viernes, 16 de mayo de 2014

La evaluación por portafolios
se impone como tendencia



Los nuevos modos, ritmos y necesidades en la adquisición de conocimiento van generando la transformación inevitable de su correlato lógico, la evaluación. El imperativo actual de la formación permanente, así como las realidades de la adquisición dispar de competencias en los programas de inmersión lingüística, se chocan con evaluaciones estándar de contenidos fijos.

Es en este sentido que el portafolio del estudiante de lenguas (en las versiones y adaptaciones locales del desarrollo conceptual denominado Portfolio Europeo de las Lenguas) va incorporándose progresivamente a las instituciones de vanguardia en enseñanza de idiomas, con las lógicas dificultades de aplicación en entornos organizados históricamente de otra forma.

Es particularmente interesante a este respecto leer la experiencia que acaba de compartir Jesús Parrondo Priego (Instituto Cervantes de Salvador de Bahía) en su artículo "Análisis de un caso práctico de implantación de un portafolio como herramienta de evaluación formativa/sumativa en el Instituto Cervantes de Salvador" (Revista Marco ELE N.° 18, 9/5/2014). Con inusual franqueza, Parrondo Priego agrupa las dificultades que ha experimentado en la implantación de este recurso en tres órdenes (siguiendo en esto a Klenowski: 2005):

1. Decisiones políticas. El experto coincide en "la necesidad de que tanto el currículum como la  pedagogía se alineen con los fines y paradigmas de la evaluación" (p. 20).

2. Confusiones conceptuales. Parrondo Priego verifica en la implementación realizada la resistencia de estudiantes y profesores a cambiar sus hábitos y costumbres evaluativos, por desconocimiento de la finalidad del mismo y por incomprensión del carácter reflexivo continuo de la práctica evaluativa, entre otros.

3. Problemas prácticos y técnicos. Los docentes plantean que la aplicación del portafolios representa gran carga de trabajo, ya que deben administrarlos y evaluarlos además de informar y apoyar a los alumnos. La elevada necesidad de recursos técnicos y su accesibilidad representan dificultades añadidas (p. 21).

Estoy convencida de que hay experiencias muy interesantes en las que abrevar para resolver gran parte de las dificultades expuestas. Un caso exitoso paradigmático es el de la universidad Clemson, en los Estados Unidos. Allí, las carreras universitarias completas han sido replanteadas atendiendo al resultado final esperado, el cual se visibiliza a través de portafolio, en producto y en proceso. Toda la currícula ha debido reformularse sobre la base de esta premisa. En esta universidad, el portafolios comienza cuando el estudiante se inscribe en la universidad, y concluye con el diploma final (el cual no se expide sin la presentación del portafolios completo). Esto implica, desde el punto de vista institucional, una unidad operativa portafolio a disposición de estudiantes y docentes.

El portafolios, tanto en versión sumativa como formativa o como combinatoria de ambas, sin duda es una tendencia que se impone en el mundo de la educación en general. Quienes se interesen por esta temática en lo relativo a la enseñanza de lenguas pueden encontrar de utilidad nuestro curso sobre el Portfolio Europeo de las Lenguas, disponible para su cursada en línea.

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